El juez y el juicio

¡Qué consuelo tenemos al saber que nuestro Juez es también nuestro Salvador, que nos amó tanto como para morir por nosotros!

Juan 5.22-24

Cualquiera que haya estado en un tribunal conoce la atmósfera de autoridad y temor que rodea al juez cuando toma asiento. Un día, todo el mundo se enfrentará al Juez supremo: el Señor Jesucristo. Cuando nos acerquemos a Él, estaremos ante Aquel que es recto y justo. Él es imparcial y tomará decisiones con sabiduría y conocimiento pleno. Su estándar de justicia es la verdad, no la opinión.

El Señor Jesucristo, a quien su Padre celestial le dio esta tarea, es perfecto para hacer dicho trabajo: puede compadecerse de nuestras debilidades y entender nuestras tentaciones, porque Él también sufrió y fue tentado, pero nunca pecó (He 4.15).

Las Sagradas Escrituras enseñan que, aunque los creyentes no seremos condenados el día del juicio, cada uno de nosotros comparecerá ante Cristo para dar cuenta de nuestra vida (Ro 14.10-12). Su propósito no es castigar sino evaluar y recompensar nuestras buenas obras.

¡Qué consuelo tenemos al saber que nuestro Juez es también nuestro Salvador, que nos amó tanto como para morir por nosotros! Cristo está de nuestro lado, no contra nosotros. Que esta comprensión nos motive a amar y vivir para Aquel que nos ha librado del temor al castigo (1 Jn 4.16-18).

Biblia en un año: Josué 20-22

Leave your comments